miércoles, 1 de febrero de 2012

Ser o no ser... esa ye la cuestión!!!






¿Realmente me conoces? ¿sabes quien soy? Muchas veces decimos que fulanito o menganito es nuestro amigo, pero ¿soy uno de esos amigos que se pueden contar con la palma de la mano? ¿cómo nos ven, o cuanto nos conocen nuestra gente?

Abro el abanico, nuestra familia, ¿saben de mi? Hay cosas que solo saben en casa, otras que solo saben ciertas amistades, pero si nos paramos a pensar nadie sabe todo de uno.

Es más, ni uno mismo se conoce hasta que no escarba en sus peores recuerdos y se da cuenta de lo que esconde, lo que calla, lo que no quiere que salga a la luz.

Así vivimos, tratando de olvidar los malos recuerdos, tratando de olvidar a personas que a día de hoy no nos interesa, tratando de esconder lo que nos avergüenza. Esas cosas que solo sabe uno, esas cosas que no cuenta... no las cuentas a tu familia, no cuentas a tus amigos, esas cosas que solo tú y otra persona a la que le dices que es nuestro secreto o que rezas para que no se lo cuente a los tuyos.

Uno es amigo de alguien porque le gusta lo que ve de esa persona. Con el tiempo le vas conociendo, esa persona a ti también. Cómo te cae bien y te interesa, quieres causar el mismo efecto en el o en ella. Al sentir empatía por alguien tratamos de caer bien a esa persona y para ello mostramos nuestra mejor versión, pero ¿y nuestra peor versión? si, con el tiempo confiesas cosas, cuentas secretos, te abres a esa persona y entre los dos se produce una gran amistad, pero no se cuenta todo.

Claro que es bonita una amistad, mucho!!! saber que hay alguien ahí para lo bueno y para lo malo. En esos malos momentos es cuando decimos que nos damos cuenta de los amigos que tenemos de verdad. Pero esta fumada filosófica que traigo me hace pensar... ¿Me conocen verdaderamente mis amigos del alma? ¿les cuento todo? ¿saben realmente como soy? ¿saben quien soy? No es justo que mis amigos estén ahí en los malos momentos apoyandome, si ellos solo saben lo que yo quiero que sepan, si ellos solo conocen lo que yo quiero que conozcan de mi, si ellos saben quien soy como yo quiero hacerles saber que soy.

Y si le doy la vuelta llego a la conclusión que yo veo lo que ellos me muestran a mi!! se lo que ellos me cuentan, los veo como ellos quieren que les vea, conozco lo que ellos quieren que conozca... son lo que ellos quieren ser para mi!!!

Creo que si cogemos a nuestro mejor amigo o a uno de nuestros mejores amigos, podríamos confesarle muchas cosas que no sabe de nosotros, pero no tenemos valor a mostrar ciertas cosas de uno. Es más, hay cosas que no queremos recordar y cuando nos vienen a la mente queremos olvidarlas y guardarlas en un trastero de nuestra memoria con llave y candado.

Está claro que de todo se aprende y que somos lo que somos gracias a lo que vivimos, lo bueno y lo malo, pero muchas de esas cosas malas no las contamos ni queremos que nos vengan a la memoria, pero lo más grande es que esas cosas nos vienen a la mente de vez en cuando y son tan importantes que si les hacemos caso podemos saber quienes somos verdaderamente, somos el resultado de las todas las cosas buenas y malas que nos pasaron, que dijimos, que pensamos, que hicimos... que vivimos.

En las parejas pasa lo mismo. En el texto que escribí hasta ahora cambia amigos y amistad por pareja, el resultado es el mismo.

Así vivimos escondiendo cosas que los nuestros no saben o solo saben lo que tú les cuentas no lo que verdaderamente pasó.

Algún día nos llegará la muerte y nos llevará, muchas veces no avisa y no te da tiempo a confesar estas cosas. Otras veces se le ve venir y antes de irte quieres contar algo... pero no lo confesamos todo.

¿es mejor irse que los tuyos tengan un buen recuerdo de ti? ¿o es mejor irse y contar esas cosas que no contamos corriendo el riesgo de que cuando se sepa quien eres de verdad, ya no tengan la misma impresión de ti? ¿qué necesidad hay de que se queden asi no? Ya me conocen lo suficiente como para saber quien soy y como soy ¿no?

No se que hareis vosotros, pero a mi me gustaría que los mios supiesen lo que no cuento, lo que escondo... y como no tengo el valor en hacerlo en persona, si no me sorprende la muerte, se lo dejaré escrito. Supongo que dirán: "Que hijo de puta" y se sorprenderán de muchas cosas, pero sería lo justo.... ¿o no?